La nueva infraestructura, construida entre los meses de abril y mayo de este año en la cubierta sur de la bodega, se ha llevado a cabo teniendo en cuenta el impacto visual en el paisaje y significa un paso más de la compañía en su compromiso con la sostenibilidad.

Pernod Ricard Winemakers Spain ha inaugurado la instalación de un parque de 1.071 paneles solares con una potencia de 487 kWp en su bodega de Campo Viejo que generarán energía solar suficiente para cubrir hasta el 20% del consumo de la bodega riojana.
La nueva infraestructura, construida entre los meses de abril y mayo de este año en la cubierta sur de la bodega, tiene una superficie de generación fotovoltaica de 2.380 metros cuadrados. La instalación se ha llevado a cabo teniendo en cuenta el impacto visual en el paisaje y significa un paso más de la compañía en su compromiso con la sostenibilidad.
«Con esta instalación conseguimos una energía 100% renovable, limpia y sin contaminación. En Campo Viejo no entendemos nuestra actividad diaria sin pensar en el respeto al medio ambiente, ya que consideramos, desde la propia concepción originaria de la bodega hace más de 20 años, la sostenibilidad como motor. El proceso de nuestros vinos comienza en la tierra, por lo que nos debemos a ella y por supuesto a su protección y mantenimiento a corto y largo plazo”, comenta Estíbaliz Torrealba, manager de Desarrollo Sostenible de Pernod Ricard Winemakers Spain.
Bodegas Campo Viejo, un referente en sostenibilidad
Campo Viejo es una bodega situada en un altiplano elevado 100 metros sobre el valle del Ebro, en las inmediaciones de la ciudad de Logroño. Una moderna creación del arquitecto riojano Ignacio Quemada, semienterrada a 20 metros bajo el suelo, a la manera de una obra de land art, lo que fomenta de manera natural las condiciones idóneas para la crianza del vino: entrada de uva por gravedad, serenidad, oscuridad, estabilidad de temperatura y humedad, ventilación pausada y natural.
Su principal característica es la sintonía entre arquitectura e ingeniería, que la convierten en una instalación funcional, eficiente, moderna y, sobre todo, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
De hecho, Campo Viejo ha obtenido varios premios por su diseño sostenible. En 2003 recibió el premio “Best Of Architecture” y en 2011 el premio “Sustainable Wine Tourism Practices” otorgados por La Red Mundial de Capitales y Grandes Viñedos.
Además, fue la primera bodega española en certificar por AENOR su Huella de Carbono conforme a la Norma ISO 14064 y su Sistema de Gestión Energética conforme a la Norma ISO 50001. En 2016, de nuevo fue la primera bodega española en obtener la certificación “Wineries for Climate Protection”, la primera y única certificación específica del sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental desarrollada por la Federación Española del Vino (FEV).
La obtención de estas certificaciones significa para Campo Viejo el reconocimiento de años de profundo respeto y esfuerzo por el cuidado de su entorno. Un esfuerzo que cubre todos los aspectos de la actividad: desde el viñedo, aplicando técnicas inteligentes de irrigación y técnicas naturales para el control de plagas; pasando por el análisis de los procesos para minimizar los consumos de energía y agua; así como eliminar las emisiones directas de gases, hasta el diseño de las botellas y embalajes, y su posterior distribución.
Desde el año 2007, por ejemplo, cuenta con un sistema de geotermia para el aire acondicionado y calefacción de su sede social como fuente de energía renovable y sostenible que aprovecha la temperatura del subsuelo con un impacto ambiental mínimo.
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