
Lunes, 21 de agosto de 2023
Al menos 643 empresas vinícolas europeas han optado ya por el etiquetado digital a través de un código QR para cumplir con la inminente nueva norma comunitaria que obligará a las bodegas comunicar la lista de ingredientes y la declaración nutricional en la etiqueta de las botellas.
Según datos a los que ha accedido Efeagro, estas empresas, fundamentalmente de España, Francia, Italia y Portugal y representantes cada una de ellas de una o varias bodegas, han creado 16.246 etiquetas digitales a través de la plataforma “U-Label” del Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) para responder a la nueva obligación, que entrará en vigor el próximo 8 de diciembre.
La plataforma “U-Label” está disponible desde diciembre de 2021 para que las bodegas que lo deseen puedan hacer uso de ella para crear sus etiquetas digitales en formato QR, si bien no es la única y otras organizaciones del sector agroalimentario ofrecen también soluciones de etiquetado similares.
La nueva norma de etiquetado llega en el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC) y fue adoptada por las instituciones de la Unión Europea (UE) a finales de 2021.
Desde entonces ha estado abierto un período transitorio hasta que en apenas tres meses y medio sea exigible de forma obligatoria a todos los vinos y productos vitivinícolas aromatizados.
La norma obliga a que en las etiquetas de las botellas de vino y los productos aromatizados se comuniquen la lista de ingredientes y la declaración nutricional.
Tras meses de negociaciones, el sector europeo del vino consiguió que las autoridades comunitarias permitieran a las bodegas a comunicar parte de esta información obligatoria a través de etiquetas electrónicas.
“Pedimos y conseguimos la solución digital, que creemos además que en el siglo XXI es la mejor manera de relacionarse”, destaca a Efeagro el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez.
El representante de los bodegueros españoles explica que la etiqueta digital facilita el cumplimiento de una de las disposiciones de la nueva normativa, que obliga a que la información de la etiqueta esté escrita en el idioma del país de la UE en el que se va a vender ese vino.
Dado que muchas empresas exportan a multitud de países, ya sean cantidades grandes o pequeñas, generar una etiqueta diferente en papel con cada idioma y para cada tipo de vino puede ser un “caos”, exclama Benítez.
Esto se evita con la solución digital, ya que permite la traducción automática de toda la información a cualquiera de los 24 idiomas oficiales de la UE, continúa el dirigente de la FEV.
“Habrá bodegas que no les interese y que prefieran ponerlo en la etiqueta física, porque a lo mejor no exportan tanto, pero lo que ha hecho el sector es poner a disposición de los operadores, sean socios o no de la CEEV, una herramienta que ayuda a solucionar esta exigencia legal”, abunda el director general de la FEV.
Fuente original EFE:AGRO
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