
Jueves, 26 de enero de 2023
Rafael Eraso, Responsable de Desarrollo de Cebadas de la empresa líder en producción de malta en España, explica que “a pesar de que la cebada es el cultivo nacional más sembrado, nos vemos obligados a importar una parte de nuestras necesidades de cebada maltera porque no la encontramos con la calidad y las características necesarias”.
Otro de los grandes retos de Intermalta reside en la reducción de la huella de carbono, para ello tiene en marcha proyectos en materia de sostenibilidad tanto en sus fábricas como junto a la cadena de valor de la industria maltera, agricultores, proveedores, clientes y empresas de fertilizantes, para optimizar el abono en el cultivo de cebada y en especial el nitrogenado. “El año pasado ya redujimos un 10% el porcentaje de las emisiones de C02 en los ensayos y queremos seguir haciéndolo este 2023”.
Intermalta, empresa líder de producción de malta, tiene en marcha varias iniciativas para potenciar y desarrollar el cultivo de cebada maltera en España, lo que le permita comprar el 100% de la cebada en el mercado nacional (actualmente está en torno al 90%). Para ello, la compañía trabaja junto con Universidades y organismos públicos y privados de las Comunidades Autónomas en potenciar el cultivo local.
Rafael Eraso, Responsable de Desarrollo de Cebadas, explica que “del total de cebada de España, que es el cultivo más sembrado en el país, la industria maltera solo necesita en torno a 8-10% dependiendo de cómo venga el año agrícola en nuestro país. Aun así, nos vemos obligados a importar de países como Francia, Alemania o Dinamarca porque no encontramos cebada con calidad maltera, es un cultivo deficitario, es por ello que estamos haciendo acuerdos de colaboración con organismos oficiales, empresas del sector agrícola y universidades para potenciar el cultivo de cebada para maltería por sus menores inputs, sus altas producciones y el mayor valor añadido al ser una cosecha que está destinada a la industria y que tiene una prima mayor. Además, hay que recordar que sin cebada no hay cerveza”.
A esta problemática, se ha unido también este año el aumento de temperaturas en la fase final del cultivo, que ha afectado a la calidad de la cebada maltera, la cuál necesita de unas características especiales. “Para que la cebada sea maltera necesitamos unas variedades muy específicas y trabajamos junto con la Comisión de Cerveceros y Malteros en promocionar información al mercado de cuales son las variedades que necesitamos, que han de ser productivas, para que sea rentable para el agricultor, e industrialmente válidas para maltería y aceptadas por los cerveceros”.
Una de las características principales de Intermalta es que están en contacto con toda la cadena de producción, desde el agricultor hasta las cerveceras pasando por los agricultores y proveedores. Esto, según subraya el Responsable de desarrollo de cebada de la compañía, es una de las claves de nuestra empresa y que les diferencia de otras industrias “conoces las necesidades de cada elemento de la cadena y puedes actuar en consecuencia, lo que permite aumentar la calidad y mejorar en aspectos como la sostenibilidad”.
Entre los objetivos de la compañía también se encuentra potenciar Intermalta Craft, una línea de negocio abierta en 2020 en plena pandemia que ofrece a los cerveceros artesanales craft la oportunidad de adquirir directamente la malta sin necesidad de pasar por intermediarios. Según señala Eraso, “es una línea de negocio pequeña en comparación con el volumen total, pero estamos muy ilusionados y contentos con su evolución, estamos cerca de los cerveceros crafts, participamos en feria, eventos y se venden las maltas a través de un ecommerce www.intermaltacraft.com. Son maltas muy específicas y diferentes a las que se llevan los grandes grupos cerveceros”.
Proyectos en materia de sostenibilidad
El pasado 2022, Intermalta inauguró un parque de placas fotovoltaicas en su planta de San Adrián (Navarra) con el que consiguen cubrir un 12% de las necesidades energéticas de esas instalaciones. Y es que la sostenibilidad es otro de los grandes retos que tiene la compañía para este 2023 y en los que trabajan en varios proyectos tanto en sus fábricas como en el aprovisionamiento.

“Aproximadamente el 20% de las emisiones de C02 en todo el proceso de producción de la cerveza, está relacionado con la agricultura, en especial con el cultivo de la cebada y con su abonado”, apunta el Responsable de Desarrollo de Cebadas. Por ello, Intermalta tiene en marcha varias iniciativas de colaboración con empresas de abonado para optimizar las dosis, utilizar abonos de última generación, y reducir costes manteniendo la producción y la calidad desarrollando proyectos de reducción de CO2
“El objetivo es intentar conseguir un plan de abonado abonado específico y sostenible para cebada malta, la cuál requiere unas características específicas”, comenta Rafael Eraso, el cuál añade que “el año pasado conseguimos reducir un 10% el porcentaje de las emisiones de C02 en nuestros ensayos de cebada aumentando la producción y el reto es seguir haciéndolo este 2023 lo máximo posible”.
Para Intermalta es vital que todos los integrantes de la cadena de suministro estén alineados con las necesidades requeridas por el cliente final. “Así, podremos mejorar en calidad y avanzar en sostenibilidad. Ser capaces de satisfacer las necesidades actuales de la población, sin poner en riesgo las de generaciones futuras.”
Perspectivas para este año agrícola
“El año agrícola no ha empezado mal, las siembras están hechas y la cebada nacida o naciendo dependiendo de las zonas, pero ahora quedan por delante unos meses en los que el cultivo tiene que desarrollarse, hasta que no se coseche nos sabremos la calidad, ojala venga la primavera de cara, ojala sea un año récord de cosecha de cebada” nos cuenta Eraso.
Intermalta, al igual que los cerveceros de nuestro país, apuestan por el aprovisionamiento local, priorizando la cebada de cercanía. El Responsable del área de Desarrollo de Cebada también quiso aprovechar para “animar a productores que ya estén trabajando con nosotros a que sigan creciendo de la mano de una empresa solvente como Intermalta y a los que aún no sean proveedores, a que se pongan en contacto. Ofrecemos valorizar su producto, y garantizamos diversidad y seguridad de sus ingresos.
Además, por supuesto del orgullo de ser un actor principal e imprescindible en la producción de cerveza. Estamos en constante búsqueda de nuevos proveedores, que los hay y muy buenos. Las variedades que vienen son cada vez más productivas y están mejor adaptadas a nuestras condiciones y estamos impulsando, con éxito, nuevos modelos de colaboración que hacen que este cultivo sea atractivo para el agricultor y para los cerealistas de España”
Intermalta en datos, 350.000 toneladas de malta al año
En torno a ⅔ de la cerveza que se hace en España, se produce con la cebada de Intermalta, que es la empresa líder en su sector. Para ello, la compañía produce 350.000 toneladas de malta, para lo que necesitan unas 550.000 toneladas de cebada, las cuales adquieren en un 90% en el mercado nacional.

La empresa cuenta con su sede en San Adrián desde su nacimiento en 1977, aunque posteriormente han ampliado su capacidad tanto en San Adrian, donde produce 150.000 toneladas al año de malta como en las plantas de Albacete y Sevilla, que producen unas 100.00 toneladas al año. La facturación anual de Intermalta alcanza los 160 millones de euros y tiene 85 empleados en plantilla.
Este 2022, aunque todavía no tienen los resultados oficiales, sí que se han visto beneficiados por la vuelta a la normalidad tras la pandemia. “Estamos al 100% de capacidad, ya que nuestras plantas están en funcionamiento los 365 días, las 24 horas del año. En 2021 ya estuvimos cerca de los niveles pre-pandemia en el consumo de cerveza, según el estudio de Cerveceros de España y este año creemos que todavía estaremos mejor”, asegura Eraso.
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